Aquella tarde noche del 13 de mayo de 1904 el que sorprendió a todos los presentes fue Pío Baroja.
Porque cuando se estaba hablando de los españoles y de las distintas clases de españoles, el novelista vasco sorprendió a todos y dijo:
"La verdad es que en España hay siete clases de españoles... sí, como los siete pecados capitales. A saber:
1) los que no saben; 2) los que no quieren saber; 3) los que odian el saber; 4) los que sufren por no saber; 5) los que aparentan que saben; 6) los que triunfan sin saber, y 7) los que viven gracias a que los demás no saben.
"La verdad es que en España hay siete clases de españoles... sí, como los siete pecados capitales. A saber:
1) los que no saben; 2) los que no quieren saber; 3) los que odian el saber; 4) los que sufren por no saber; 5) los que aparentan que saben; 6) los que triunfan sin saber, y 7) los que viven gracias a que los demás no saben.
Estos últimos se llaman a sí mismos "políticos" y a veces hasta "intelectuales"
. Unamuno y Benito Pérez Galdós aplaudieron a Baroja.
Sobre todo por el último punto.
O sea, que ayer como hoy, y hoy como ayer, los políticos españoles nunca tuvieron buena imagen. Genial Baroja.
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