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miércoles, 26 de febrero de 2014

Libre es el amor

Libre como los pájaros ,
así vuela el amor,
posándose en los corazones,
que lo anhelan con clamor.
A veces nos causa heridas,
que no entiende la razón.
Amor, no me maltrates,
Pues por ti podría podría morir,
Si no encontrase razones,
Para sin ti poder vivir.

Pilar. J.F.

lunes, 24 de febrero de 2014

SOÑÉ

No sé si soñé o fue algo real,
Sintiendo tus caricias en la noche,
Y no me quise despertar,
Era tal el fuego ardiente,
Que me abrasaba por dentro
Que solo quería yo,
Mantenerlo siempre eterno,
Solo, sintiendo tus dedos,
Rozando todo mi cuerpo,
En esas cálidas noches,
donde en tus brazos me duermo.

Autor: Pilar.J.F

miércoles, 19 de febrero de 2014

Tu calor

Tu calor en las frías noches,
Hace que tiemble mi alma,
Tus dedos entre las sábanas,
Buscan mi piel helada,
Y así muy juntos los dos,
Damos por bueno este frío,
Que siempre consigue juntar,
Tu cuerpo tan cerca del mío.

Autor: Pilar J.F.

martes, 18 de febrero de 2014

Campos empapados, campos florecidos

Campos empapados, campos florecidos,
con la tierra harta de lluvia,
las semillas se ponen a germinar.
Pronto veremos la colza florecida,
y campos de amapolas al rojo vivo,
llenando de energía esos momentos,
 en que los solemos contemplar.
Agua cayendo por las pendientes,
Improvisados riachuelos llevando vida
a recónditos lugares llenos de sombra,
donde disfrutar del canto de los pájaros,
donde más nos gusta descansar,
y compartir momentos de intimidad.
Campos mojados, y campos verdes,
donde solo se oye el correr del río,
el trino de las aves, no más sonidos,
parajes llenos de paz,
donde ponerse a pensar.
Dulce y cálida primavera,
es la que nos puede esperar.

Pilar. J.F.

lunes, 17 de febrero de 2014

¿Por qué las plantas son verdes!

¿Por qué las plantas son verdes?

No es por casualidad, sino el resultado de una larga historia evolutiva condicionada por el ambiente

En el planeta Tierra, las plantas son verdes y no es por casualidad, sino el resultado de una larga historia evolutiva condicionada por el ambiente. Pero, ¿podría haber sido de otra forma? ¿Por qué son mayoritariamente verdes y no, por ejemplo, azules o rojas?
Las plantas de tierra firme descienden de organismos originados y evolucionados bajo el agua. Encontramos organismos fotosintéticos acuáticos de muchos colores si contamos las bacterias y las algas: en el mar hay una gran gama de verdes, marrones, rojos y amarillos... Pero, ¿por qué el verde predomina fuera del agua? La idea más aceptada es que los organismos fotosintéticos han optimizado sus sistemas de captación de luz visible de los fotones, en consonancia con lo que tenían disponible. La luz solar no siempre ha sido tan intensa, por tanto, la cantidad de fotones que ha llegado al planeta ha sido diferente (de hecho, la luminosidad solar aumentó bastante al principio de su historia). Además, la filtración de la luz que realiza la atmósfera ha ido cambiando también junto con la composición química de esta, teniendo un papel relevante el oxígeno y el ozono, dos componentes ausentes en la atmósfera primitiva. Finalmente, también hay que considerar el efecto de filtración del agua sobre la calidad y cantidad de luz que llega a diferentes profundidades bajo la superficie.

Plantas negras

La luz solar es muy rica en fotones de luz roja y menos en los fotones más energéticos, los azules. Los fotones de energía intermedia (los verdes), no son ni muy energéticos, ni abundantes. Las clorofilas (moléculas responsables del color de las plantas y, lo que es más importante, las verdaderas «inventoras» de la fotosíntesis) están «enfocadas» en capturar esa parte del espectro solar más abundante (la roja) y la más energética (la azul): por eso nosotros vemos las clorofilas de color verde. Son verdaderas antenas con una orientación óptima para capturar los tipos característicos de luz que nos llega del sol. Otros organismos fotosintéticos acuáticos cuentan con un repertorio de pigmentos diferente, de otros colores, que les permiten capturar mejor aquellas regiones del espectro solar que penetra a través del agua. Pero no es nada sorprendente que los organismos fotosintéticos que emergieron del mar y conquistaron la tierra firme fueran aquellos mejor adaptados para captar la luz solar que llega a la superficie terrestre. Es decir, los organismos verdes.
Pero, ¿qué hubiese pasado si en vez del sol, nuestro planeta orbitase alrededor de una estrella con características luminosas diferentes? Con una gran fantasía orientada científicamente, Nancy Y. Kiang nos transporta a otros mundos habitados por plantas azules, o incluso negras, dependiendo de si estos planetas están cerca de una estrella de tipo F (que emite muchos fotones azules y las plantas se tendrían que proteger con pigmentos de este color) o de tipo M (una enana roja) con una luz muy tenue que favorecería a plantas adaptadas para captar todo tipo de fotones (es decir, negras).
Juli Peretó. Departamento de Bioquímica y Biología Molecular, Instituto Cavanilles de Biodiversidad y Biología Evolutiva, Universidad de Valencia.

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jueves, 13 de febrero de 2014

Árbol tirado por el viento



En la foto de arriba vemos el mismo árbol que el de la foto de abajo. Estaba seco, pero hace muy poco, nos obsequió con un buen ramillete de setas.
Me ha tirado la valla y roto varios postes...

martes, 11 de febrero de 2014

LOS TIPOS DE HOMBRES QUE TE LA LIAN

Cómo desenvolverse en la jungla masculina: los tipos de hombres que te la lían


Marta Jiménez SERRANO
09/02/2014 (06:00)
 
9
AA
 
Si nos permitimos reducir a los esquemas más simplones al género femenino con el fin de echarnos unas risas, debemos ahora hacer lo propio con el género masculino. Sería muy injusto hacer humor sobre ellas y no sobre ellos, que también tienen derecho a identificarse y saberse víctimas –como todos lo somos– de los estereotipos más esquemáticos.
Además, tampoco sería ecuánime otorgarles a ellos una guía –precisa, fidedigna, contrastada– de las mujeres que deben evitar y, por el contrario, dejarlas a ellas desamparadas, sin pautas a seguir, perplejas ante la jungla de hombres que se despliega ante sus ojos. Así, aquí van los principales tipos de chicos que debes evitar por tu propio bien.
1. El celoso compulsivo
Parece amable, pero es controlador: no te dejes engañar. “No te preocupes, que yo te acerco”, “¿Con quién has quedado exactamente?”, “Ah, pues te recojo yo aunque me venga fatal, no te preocupes, princesa”. Todo eso puede ser síntoma de caballerosidad, en efecto, pero también de que tu novio es un posesivo camuflado y quiere saber exactamente dónde te deja y con quién o dónde te recoge y en qué estado. Te llama, te escribe sin cesar cuando quedas con tus amigos… no te observa: te vigila. Y no es atento, es un poco psicópata. ¡Huye!
2. El que es más chica que tú
Llora con Love Actually, te pide que le des mimos, le encanta que os hagáis fotos de pareja para subirlas al Facebook y te llama “capullito de alhelí” –bueno, quizás no eso, pero algo similar– delante de todo el mundo. Como su contrapartida masculina (“el que es más chica que tú”), es un rol muy legítimo y, oye, si tú lloras con El diario de Noa, por qué no va a poder llorar él. Pero si sientes que eres un poco su mamá y que nunca puedes apoyarte en él porque es demasiado susceptible quizás debas, con cortesía y cariño, decirle adiós.
3. El presuntamente misterioso
Este chico oculta misterios insondables. Normalmente está en contacto con las fuerzas de la naturaleza –pero no es hippie: éste se ducha–, lee mucho, escribe poemas, se siente trascender y habla con aforismos, tipo: “La luna nos quiere decir algo pero no sabemos qué”. Pues bien, el misterio insondable de este chico es que, en realidad, y muy a tu pesar (porque es muy guapo), es tonto. Pero rematadamente tonto. Por eso habla con aforismos: le cuesta desarrollar una idea de más de una frase. Y por eso está en contacto con las fuerzas de la naturaleza: es lo que responde cada vez que no sabe qué decir. Que es siempre. Para un par de polvos puede estar bien (porque es muy guapo), pero para todo lo demás, déjalo.
4. El que te idolatra
Eres la luz que ilumina su camino, su estrella polar, su norte, su vida. Tú eres perfecta y todo problema en la relación es un error suyo por el que se fustigará durante noches. La idolatría, en una cantidad limitada, está muy bien en las relaciones. Pero que haga de ti su imagen a venerar es, más que nada, muy aburrido. Lo divertido es que se meta contigo, que te toque sin pudor y que se ría de ti un poco. Si te ha subido a un altar distante y no eres capaz de bajar de ahí, no lo prolongues demasiado. De lo contrario será demasiado tarde, ya que la caída de una religión es algo muy duro para cualquier fiel.
5. El hippie
Para un verano es divertido. Toca la guitarra, lleva rastas, come hierba y está lleno de arena. Pero, insisto: este chico no da para más de un verano. Para empezar, las rastas y la arena son sumamente antihigiénicas. A la guitarra –pronto lo descubrirás– sólo se sabe tres canciones que va alternando, y lo que él llama libertad es en realidad inacción y un estado de vacaciones perpetuas que no es tan divertido prolongar. Llegado septiembre, dile adiós.
6. El que te hace sentir una loca y en el fondo es un ****
Tontea con todas tus amigas, con todas sus amigas, con sus compañeras de trabajo. Con su jefa, con la cajera del Mercadona, con la taquillera del cine. Con su prima. Con sus exnovias. (¡Con sus exnovias!). Pero tú eres la loca paranoica. “Pero princesa, si yo sólo tengo ojos para ti, no te rayes, ¿cómo puedes pensar que estaba tonteando con ella?”. Y tú –ay– te sientes una celosa compulsiva y decides creerle. Y vais a una fiesta, y sientes que hay cosas que sólo ves tú. Hasta que un día te dice adiós porque le ha salido bien la jugada con la rubia de la fiesta del otro día.  Lo mejor que puedes hacer es dejarle ya. Y no le creas. Y fíate de tus propios ojos. Si no lo haces, va a ser él el que te va a dejar. Por tu prima. O por la suya. O por su jefa. ¡O por su exnovia!
7. El de “¡pero vente!”
Es el hombre perfecto (presuntamente). Tiene un proyecto profesional enriquecedor, interesante y rentable, es guapo, es divertido, tiene unos amigos estupendos, se lleva genial con tus amigos. El sexo es bueno, te trae el desayuno a la cama y es encantador con tu madre. Y, en ese justo instante, cuando te tiene totalmente encandilada, te dice, siempre cariñoso: “Princesa, ¿por qué no sigues mi maravillosa estela? ¡Si yo estoy encantado!”. Es decir, que tú te puedes unir a su plan de vida sin problemas. Él tiene ahí una casilla a rellenar en la que pone “Novia”. Pero no va a cambiar sus planes por ti y, la verdad, esa casilla la puedes rellenar tú, pero también alguna otra. No titubees al responder: ese tío no es tan perfecto y, sin ninguna duda, se está mejor sola que mal acompañada.

miércoles, 5 de febrero de 2014

Los mejores consejos para ahorrar

Diez consejos para ahorrar o cómo evitar que te engañen cuando hagas la compra

AA
 
Ahorrar es necesario, y más en los tiempos que corren, pero no parece fácil cuando vamos al supermercado. Por un lado porque, quizás, si en algo hay que seguir invirtiendo es en una adecuada alimentación y, por el otro, porque una vez allí tendemos a olvidar la rigurosa lista elaborada en casa y ampliamos levemente el grosor de nuestro carrito. (¿Quién ha puesto las chocolatinas justo al lado de la caja?).
Sin embargo, Melissa d'Arabian parece tener los consejos infalibles para ahorrar todo lo posible cuando vamos al supermercado. La autora del libro Ten Dollar Dinners ("cenas de diez dólares") nos advierte de todos los errores que cometemos al hacer la compra y nos indica los sencillos pasos que hay que seguir para evitarlos.
1. Pagar mucho por la carne
"La carne suele ser lo más caro de la cena", dice d'Arabian, que sugiere estar atenta a los grandes descuentos y los artículos rebajados que ofrecen las grandes superficies. Cuando esto ocurra, aconseja ella, compra esa carne rebajada en grandes cantidades y mantenla en el congelador para cuando la necesites.
2. Ser un esclavo de una determinada receta
En lugar de comprar todos y cada uno de los ingredientes que necesitas para una receta, piensa si no puedes sustituir alguno por otro que ya tengas en casa.Quizás, en lugar de limón, puedas echar vinagre, zumo o soja en esa salsa que quieres hacer. En la misma línea, d'Arabian afirma que "hierbas como el cilantro, la menta, la albahaca o el perejil son a menudo intercambiables".
3. No usar el congelador
Como ya se apuntaba antes, se puede ahorrar mucho dinero congelando el pan, la carne, las hierbas, los tomates... (d'Arabian llega a congelar hierbas frescas con aceite en bandejas para hielo). Compra estos alimentos en grandes cantidades cuando estén rebajados y congélalos.
4. Pensar que los productos baratos no comprometen el presupuesto de la compra
Por supuesto, hay muchos productos que son muy baratos. Pero la suma de todos ellos no lo es. Procura no comprar algo sólo porque está bien de precio o porque sale muy rentable si realmente no lo necesitas, pues esos pequeños productos baratos en conjunto aumentan notablemente el precio de tu compra.
5. No tomarte tu tiempo en hacer cálculos
No te gustaban las matemáticas en el colegio, y tampoco ahora, pero las cuentas que se te piden no son tan duras. Moléstate en comparar las marcas, en observar si un mismo producto es más barato enlatado, empaquetado o por sí mismo, si las ofertas son verdaderamente rentables, etc.
6. Coger un carrito grande
"Diferentes estudios han demostrado que los supermercados hacen una cosa muy sencilla que hace que nos gastemos más dinero: aumentar el tamaño de sus carritos", confirma d'Arabian. Si no tienes mucho que comprar, no cojas un carrito enorme y luches por llenarlo. La cesta será más práctica y económica.
7. No pedir ayuda
"Pregunta al carnicero cómo cocinar la carne de oferta, o pídele que te corte la carne de varias maneras distintas: pueden servir para diferentes platos", recomienda d'Arabian.
8. Quedarse bloqueado por la lista de la compra
Es importarse abrirse a lo que el supermercado ofrece y no comprar únicamente lo que teníamos pensado. D'Arabian afirma que ella suele escribir "verduras para la cena" y, una vez allí, se guía y decide en función de los precios el tipo de verdura que comprará.
9. No saber los precios de las cosas que más compras
Para comprar con inteligencia y eficacia hay que saber cuánto cuestan los productos que compramos siempre y las marcas a las que acudimos con frecuencia. Si se calcula ese precio, ya sabrás de dónde partes a la hora de ir añadiendo elementos a tu lista, y el control de la economía familiar será más sencillo.
10. Pensar que el ahorro se produce sólo en el supermercado
La mayor parte del ahorro se puede generar con una buena distribución de los alimentos, un buen uso de los mismos y un buen aprovechamiento de los ingredientes. "También es importante distribuir bien las sobras. Recuerda que el alimento más caro que hay ahora mismo en tu cocina es aquel que tiras a la basura", concluye d'Arabian.