Entradas populares

viernes, 20 de abril de 2012

IGNORAR ES MÁS DIFÍCIL DE LO QUE SE CREE

La irritación no constituye sólo una afección cutánea. También es lo que muchos padres experimentan cuando sus hijos hacen toda clase de cosas molestas, ofensivas o decepcionantes. Cuando se nos irrita la piel, con frecuencia nos frotamos o rascamos la zona afectada. Hacerlo no la cura ; de hecho, a menudo empeora las cosas. Pero sí proporciona un leve alivio temporal. Cuando nuestros hijos nos irritan, nos 'rascamos' declarando de alguna forma nuestro disgusto, o tal vez simplemente ponemos los ojos en blanco o negamos con la cabeza para revelarlas de un modo no verbal a los niños que no estamos satisfechos. 

En respuesta a esa irritación producida por los niños, trate de ignorarles. Son las conductas molestas pero inofensivas, como gimoteos, interrupciones y berrinches, las que usted debería esforzarse por ignorar. Sin embargo, ignorar la conducta molesta de un niño es muy difícil. Resulta irónico que ignorar algo se más difícil que hacerlo. Pero ignorar implica gran cantidad de esfuerzo y aptitudes de la inteligencia emocional. 

Antes de ser capaz de ignorar, prepárese para el alto grado de autocontrol que requiere. Tendrá que centrarse en su objetivo, aprender a mantenerse tranquilo cuando descubra que se está irritando, y a estar preparado para lo que probablemente sucederá después. Cuando se ignora una conducta, el niño inicialmente intensifica dicha conducta inapropiada antes de que cese por fin. Esa reacción tiene que ver con una conducta aprendida normal, y no se trata de una conspiración por parte del niño para volverle a usted loco/a. Cuando usted, por poner un ejemplo, acciona la llave de encendido de un coche espera que se ponga en marcha. Si no lo hace, usted acciona de nuevo la llave, y una vez más, y durante más rato, y más aún, y empieza a accionar el cebador. Si usted hace algo y espera que suceda otra cosa pero no es así, intensificará la conducta inicial. Pensará : 'Esto funcionó antes, de modo que debería volver a funcionar'. Los niños piensan de la misma forma. Si usted ignora un berrinche, el niño sabe que con eso ha captado anteriormente su atención y asume que lo hará una vez más. Cuando usted no responde, el niño chilla aún más, y más alto y durante más tiempo, hasta que al fin o bien se detiene porque comprende que no funciona, o bien intenta otra cosa, como arrojarle algo a usted, que no puede ser ignorada porque ya no es inofensiva.
http://www.inteligencia-emocional.org/aplicaciones_practicas/ignorar_es_dificil.htm

No hay comentarios:

Publicar un comentario